Desde los comienzos de mi vida profesional me he desarrollado en lo que yo llamo “mundos mixtos”. Un gran porcentaje de clientes con los que he trabajado han sido angloparlantes, y con culturas anglosajonas, y una porción menor con colegas hispanohablantes.
Siendo yo hispano parlante, mi mundo funciona en español. Muchas cosas las pienso en inglés, y me es natural comunicarme con aquella lengua, pero mi boot, mi sistema operativo básico, habla la lengua de Cervantes. Esto colisión con lo que ha sido mi trabajo profesional por casi veinte años, ya que la industria en la que me muevo habla inglés. Incluso, cuando estoy en un cliente o una industria Latinoamericana o española, a veces toca un poco “spanglish”.
En mis inicios profesionales, fungiendo como ingeniero de software, arte que amo, me topé con muchos retos propios a aquellos que no somos angloparlantes: programamos en inglés, tenemos que resolver conflictos de “charsets” o “encodings” (un ejemplo del spanglish obligado), la documentación de los productos en español llega tarde y pobre (en el mejor de los casos). Me di cuenta de que estaba en una industria en inglés. No tardé mucho en aceptar que es más fácil escribir variables en inglés, leer únicamente documentación en inglés, y en muchos aspectos, pensar en inglés.
En aras de rebeldía, publiqué mi primer blog (ya difunto, la mayoría de los artículos pasó a guisho.com). El nombre del blog era “desarrollo de software con ñ”. El objetivo era crear contenido relevante para aquellos que hablamos, y pensamos en español. Hicimos una comunidad bonita y viva, pero el tiempo y mil y otras circunstancias me pidieron que dejara el proyecto para después.
Ahora vivo otro mundo. Un mundo que une dos disciplinas que hace 20 años percibía como opuestas y antagonistas: el marketing (de nuevo, anglicismos que tocan) y las tecnologías de la información. Elegí una industria hermosa, la del digital marketing (ya no enfatizaré más lo del lenguaje en riesgo de aburrir). Esta industria tiene mucho de esos mundos, y me he topado en muchas empresas grandes, conflictos de ADN en cuanto a cómo manejar esto. He visto “expertos” en digital marketing que no saben nada, y he visto agencias de mercadeo que dicen hacer digital marketing, pero lo que hacen es mercadeo tradicional en línea. O expertos en el área que entienden la industria como redes sociales. Y un gigante etcétera.
Este blog nace un poco con la idea de hacer digital marketing con ñ, y compartir experiencias e ideas de los dos mundos, del mundo del software y las tecnologías de la información y el mundo de digital marketing. De alguna manera, es un reflejo de mi camino, de CTO (chief technology officer) a CMO (chief marketing officer), y todo lo que hay en medio, hasta un poco de CDO (chief digital officer).
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